Nanas De La Cebolla

Joan Manuel Serrat

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La cebolla es escarcha cerrada y pobre. Escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla hielo negro y escarcha grande y redonda.         7   En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre escarchada de azúcar cebolla y hambre.         7   Una mujer morena resuelta en luna se derrama hilo a hilo sobre la cuna. Ríete niño que te tragas la luna cuando es preciso. Alondra de mi casa ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo. Ríete tanto que mi alma al oírte bata el espacio. Tu risa me hace libre Me pones alas Soledades me quita cárcel me arranca. Boca que vuela corazón que en tus labios relampaguea   Es tu risa la espada más victoriosa vencedor de las flores y las alondras. Rival del sol Porvenir de mis huesos y de mi amor. A carne aleteante súbito el párpado el vivir como nunca coloreado. ¡Cuánto jilguero se remonta aletea desde tu cuerpo ¡ Desperté de ser niño: nunca despiertes Triste llevo la boca: ríete siempre. Siempre en la cuna defendiendo la risa pluma por pluma. Ser de vuelo tan alto tan extendido que tu carne es el cielo recién nacido. ¡Si yo pudiera  remontarme al origen de tu carrera! Al octavo mes ríes con cinco azahares. Con cinco diminutas ferocidades. Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes. Frontera de los besos serán mañana cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro. Vuela niño en la doble luna del pecho: él triste de cebolla tú satisfecho. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

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empty heart empty heart C, G, F, C7
empty heart empty heart A, G#, Bm, Bm7, E7, A7, D, G7, F#7, B7, E, G, F#, Dm
La chanson évoque une réalité poignante où la pauvreté et la lutte quotidienne se mêlent à la beauté et l'innocence de l'enfance. Elle met en lumière une mère qui, malgré les difficultés, offre à son enfant une source de joie et de rire. Les images de la cebolla, symbole de souffrance et de dureté de la vie, contrastent avec la lumière et la légèreté que la ruse enfantine peut apporter. Dans ce cadre, on sent un profond attachement à la vie et à l’espoir, même en période de pénurie. La femme dépeinte organise son monde avec des fils d'amour et de tendresse, nourrissant son enfant avec le peu qu'elle a, mais aussi avec le désir que ce dernier grandisse libre, illuminé par sa propre joie. La chanson, à travers des métaphores riches, résonne comme un hommage à la beauté des liens familiaux face aux défis.